El Día de Muertos es considerado la tradición más representativa de la
cultura mexicana. La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre
es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.
El origen del Día de Muertos
tiene sus raíces en el sincretismo de las culturas prehispánica y europea, de
las cuales se enriquecieron los ritos y las ceremonias que se realizan
alrededor de esta festividad.
Aunque la
celebración anglosajona de Halloween se ha popularizado entre la población
mexicana, en la mayoría de los familias la tradición persiste y se colocan
ofrendas con elementos muy particulares. A continuación te mostramos cinco
de los principales aspectos de esta festividad.
Ofrenda de Día de Muertos. John & Lisa
Merrill/Photodisc/Getty Images
Ofrendas como bienvenida
La creencia popular es que las
almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de ultratumba durante el
Día de Muertos.
Por ello,
se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita,
fruta, calaveritas de dulce y, si fuese el caso, juguetes para los niños.
Tampoco
faltan las fotografías de los difuntos y las coloridas flores de cempasúchil.
ACTIVIDADES A REALIZAR PARA EL MES DE OCTUBRE
-CREAR, EN FAMILIA UNA CALAVERA LITERARIA
- TRANSCRIBIRLA EN UNA HOJA DECORADA CON MOTIVOS DE
DÍA DE MUERTOS
-ELABORAR UN TRABAJO MANUAL PARA DECORAR EL SALÓN
-FECHA DE ENTREGA EL DÍA 24 DE OCTUBRE (CALAVERA
LITERARIA Y TRABAJO)
-LOS ALUMNOS VAN A LEER LA CALAVERA LITERARIA
Las calaveras literarias son palabras populares en forma de
rimas escritas de manera chusca, divertidas, satíricas y críticas donde se hace
referencia a alguna cualidad o defecto de un personaje o de asuntos de interés
general o que están de moda, irreverentemente y con una escritura ligera.
Comenzó para burlarse de la propia muerte, pero después se amplió a políticos,
funcionarios y otros personajes públicos. Son especialmente frecuentes y
valoradas en México formando parte importante de la tradición de Día de
Muertos.
Tienen su origen con los epitafios de Jorge Manrique (1440-1479), las
primeras calaveras se publicaron en la segunda mitad del Siglo XIX, a modo de
caricaturas. Estas imágenes fueron acompañadas con versos, en los que se
describían de manera jocosa los motivos de su muerte.
Entre las composiciones populares más originales de los mexicanos
figuran las "Calaveras", escritas en versos de métrica y rima libres
en "honor" de alguna persona o de muertos célebres, y que se
elaboran, por tradición, en el mes de noviembre, durante la fiesta de los
difuntos.
Algunos ejemplos simples de estas son :
" Mujeres juntas, ni difuntas!
dijo la catrina llevándose a su galán,
es más fácil que lloremos juntas
que éste se pase de patán!"
" Al fin que pa' morir nacimos
llegó la flaca y de un jalón
y nosotros ya la hicimos
vámonos para el panteón"
" Una noche en el panteón
llegó la catrina y gritó
"Ahí viene Mariano
con un palo en la
mano"